jueves, 19 de marzo de 2009

Los sempiternos y majestuosos fantasmas de siempre

Es eterna la espera
cuando el amor es grande
cada segundo se percibe como un siglo
más cuando la dicha se completa
el tiempo se torna etéreo, frugal

Vienes
y te presiento
Llegas casi de imprevisto
y aún así más rápido te vas

No es lo que representas
sino lo que eres, lo que me lleva a ti

La velocidad nos define y nos vincula

De aquel amor diverso
nos unirá finalmente
la secreta ceremonia del reencuentro