"Pura como sos habrías salvado mi esperanza con tu amor..."

Estoy escuchando mucho tango. Demasiado. No sé si me estaré poniendo viejo o estaré deviniendo en sabio, pero señores… cuanta belleza !! y cuanta tristeza !! El amor en el tango es el desarraigo y la locura: la mina que te plantó o la que te rompió el corazón, la viejita que se muere, los amigos que ya no están, el barrio, el humo, el alcohol y la muerte: todo es locura e intensidad, pero a la vieja usanza !
Pero los tangos tienen la extraña virtud -no sé si musical o literaria- de no entristecerme, los escucho una y otra vez y cero lágrimas, sólo descubro una poesía que difícilmente se podrá igualar en el futuro. Los disfruto y los saboreo; me transportan a una época en la que hubiera gustado vivir y que sé, ya no volverá. Pero esta nostalgia no es personal, es epocal. No extraño mi pasado, anhelo un tiempo transhistórico no vivenciado, porque veo en él una estética agradable, profunda y personal, algo que no se existe ahora. Hoy los amores son líquidos, los hombres son light y las mujeres son de plástico. Y yo he quedado desfasado.
¡ La vida por una máquina del tiempo ! Ya no hay lugares para dinosaurios como nosotros. De todos modos, puedo cambiar: puedo mentir y te puedo lastimar. No es difícil. Cada hombre será fiel a su tiempo y se corrompe con él. El tiempo apremia ¿ lo ves ? Una vez que pasa -dicen- no es tan grave, sólo la primera vez se sufre o se disfruta. Luego es costumbre, aprendizaje y descubrimiento. La felicidad es posible si lo intentas.